Ya os conté en otra de mis entradas que es un invernadero digno de mención. Es un jardín en el que te encuentras, en cada visita, algo nuevo, una planta que no habías visto antes, un árbol en flor, un rincón diferente... no deja de sorprenderme cada día.
La paz y el silencio que hay me renueva, me hace sentir bien y siempre acabo comprando algo...
Además tienen la fundación, de la que te puedes hacer socio y participar en cursos y eventos, visitas guiadas y muchas mas cosas muy interesantes y todas relacionadas con la naturaleza.
En su página web podréis ver todo lo que hacen, consejos y un montón de fotografías del jardín, aunque yo saque las mías y os las enseño a continuación, hay muchas más.
www.fundacionsales.org/
Custodiando la entrada el globo terráqueo nos da la bienvenida
En esta pizarra siempre anotan en lo qué merece la pena poner más atención
En este estanque pueden pasar, tanto niños como mayores, un buen rato buscando las ranas
Impresionantes las amarilis
Hasta los pájaros anidan a gusto en este jardín que no se escapan de los visitantes
Y para despedirnos, como en las películas de lugares exóticos, esta preciosa canoa
No me puedo olvidar de la gente que aquí trabaja, son encantadores y os ayudarán un montón con cualquier duda que tengáis.
No dejéis de visitarlo ya veréis como vale la pena
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